El espectador
La mayoría de los seres humanos no comprendemos la grandeza que existe en un solo instante. No es una cuestión compleja, pero un solo segundo puede bastar para cambiarlo todo en la vida. Resulta romántico pensar que una mirada detiene el mundo y que en una lagrima caben un sin fin de emociones; existe una divergencia dentro del espectador, el debate constante, en ciertos momentos permitir la privacidad es lo correcto; pero, la emoción de ese solo instante invade todo a su alrededor, y no hay donde estar lo suficientemente lejos para evitarlo, ni siquiera se esta convenientemente oculto, pero esa es la labor del Espectador, estar ahí, ser el testigo mas fiel de lo que acontece, al no estar inmerso en el momento, se atestigua de una forma mas pura el instante preciso en el que los momentos suceden, no importa si se trata de lo caótico, lo catastrófico o de lo simple y llanamente hermoso. La intimidad del momento se pierde cuando ...